El Gobierno municipal socialista sigue trabajando para que Alcalá de Henares sea una ciudad cada vez más agradable para vivir y visitar, es decir, más habitable para sus vecinos y vecinas y para los y las turistas que acogemos a diario. Así lo vuelven a poner de manifiesto las recientes decisiones del alcalde Javier Rodríguez Palacios y su equipo de Gobierno a fin de reducir el tráfico en el Casco Histórico con el objetivo de promover su semipeatonalización, garantizar su protección y hacer más agradable el paseo de los vecinos y vecinas.
Para ello, se pondrán en marcha dos proyectos relacionados entre sí: el primero, restringirá el paso de vehículos por la Plaza de Cervantes al lateral del Círculo de Contribuyentes, lo que permitirá dar continuidad peatonal a la calle Mayor hasta su intersección con la calle Libreros; el segundo, configurará dos ejes de circulación rodada al este y oeste del Casco Histórico, de forma que los coches no tengan que atravesarlo para acceder a los barrios, que estarán directamente comunicados entre sí gracias a seis nuevas rotondas. De esta manera, se favorecerá la movilidad peatonal y se fortalecerá el cuidado del Patrimonio Histórico, lo que tendrá consecuencias favorables en el aumento del comercio y del turismo como vías imprescindibles para el crecimiento económico y la creación de empleo.
Ha tenido que ser el PSOE quien tome decisiones tan importantes para la ciudad, coincidiendo además con el 20 aniversario de su declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. Por el contrario, ningún Gobierno municipal del PP llegó si quiera a plantearse seriamente a hacerlo, porque para la derecha Alcalá de Henares debería seguir anclada en el pasado, desaprovechando las oportunidades que nos brinda ser un destino histórico y cultural de referencia y dando prioridad al vehículo privado frente al vecino y el turista que desea disfrutarla paseando tranquilamente por sus calles y plazas singulares.
Por descontado que el Ayuntamiento socialista ha podido aprobar con sus socios de Gobierno estos nuevos proyectos porque ha sido capaz de sanear las cuentas municipales, que el PP dejó sencillamente en la ruina. De esta forma, la peatonalización de la Plaza de Cervantes y calle Libreros costará 2,2 millones de euros que provendrán de los fondos propios del municipio, es decir, de los ahorros efectuados día a día desde las últimas elecciones municipales.
Lo que indigna a cualquier ciudadano es comparar esos 2,2 millones de euros que se gastarán en hacer cosas para bien de la ciudad con los 7,7 millones de euros que el Ayuntamiento tendrá que abonar a la empresa URBASER por haber sido condenado en sentencia firme a pagar los intereses de los impagos de hasta 27 millones de euros a la misma que el Gobierno local del PP llegó a acumular. Por no hablar de los 1,4 millones de euros que la corporación tendrá que transferir al propietario de un local que el Ayuntamiento utilizó como sede y que abandonó con el PP en el poder en 2011 sin resolver el contrato, lo que acarreó la correspondiente condena.
Mientras el PSOE ahorra e invierte lo necesario en proyectos de utilidad, el PP obliga a los contribuyentes de Alcalá a pagar con cifras millonarias su nefasta gestión cuando estaba en el Gobierno municipal. En nuestra ciudad, el presente y el futuro se conjugan en socialista, y el peor pasado se conjuga en popular.
Pero no solo en nuestra ciudad, también en la Comunidad de Madrid como han demostrado los casos de Cristina Cifuentes y la trama Gürtel, cuya sentencia fue el catalizador final para que el PSOE presentara una moción de censura al Gobierno de la nación, que ha derivado en la formación de un nuevo Gobierno de España con Pedro Sánchez al frente como presidente.
La sustitución del PP en el Gobierno de España era una cuestión de urgencia, pero Ciudadanos fue el único partido que votó en contra de esta moción de censura y apoyó la continuidad de un Gobierno del PP. En la Comunidad de Madrid, tras la dimisión de Cristina Cifuentes, Ciudadanos volvió a apoyar al Partido Popular votando a favor de la investidura de Ángel Garrido prefiriendo la continuidad del PP en el Gobierno regional. A la hora de la verdad, Ciudadanos apoya al PP para que no caiga, haciéndose cómplice de sus políticas. Atención, porque Ciudadanos también intentará hacerlo en Alcalá si tiene ocasión, lo que únicamente puede evitarse respaldando dentro de un año en las urnas la positiva gestión del PSOE en el Ayuntamiento.
¡Qué nadie se confunda!